[:es]Tras haber llegado al segmento D-SUV y C-SUV, la marca afronta un nuevo escenario. Se trata de un concept car híbrido y con un lenguaje de diseño evolucionado. Es muy probable que el modelo de producción llegue en 2019.
Después de haber lanzado el Kodiaq y del Karoq en 2016 y 2017 respectivamente, Skoda ya prepara su tercer crossover, el más pequeño de todos y que, aunque parecido a sus hermanos mayores, estará muy ligado al nuevo Seat Arona, modelo con el que compartirá plataforma, cotas y determinados componentes. Este SUV nace del Skoda Vision X, un ‘concept’ que adelante las líneas maestras de este B-SUV y que se mostrará por primera vez en el Salón de Ginebra de 2018.
Considerado un «crossover urbano» por su fabricante, este nuevo Skoda, cuyo lanzamiento estaría previsto para finales de este año o principios del que viene, llegará al mismo tiempo que el SUV utilitario de Volkswagen, una especia de Polo elevado que espera llamarse T-Cross y que se ubicará justo por debajo del T-Roc, presente en el segmento C-SUV. Además, es probable que el coche de producción resultante del prototipo Vision X cuente con una evolución en el lenguaje de diseño de la marca centroeuropea, cuyos vehículos podrían pasar a invertir la importancia de su doble óptica delantera.
En este sentido y según los primeros bocetos que ha hecho públicos la propia Skoda, las líneas cobrarán prominencia a la vez que deportividad, permuta que seguramente no tendrá el mismo efecto en su dinámica de conducción. Sin embargo, parece que esta nueva influencia estética, también basada en el arte del cristal de bohemia, sí verá su reflejo en el interior, donde se presenta una cabina presidida por un tablero diáfano con una gran pantalla táctil sin prácticamente marco que complementa un cuadro de mandos digital de nueva generación y un túnel de transmisión sin apenas controles físicos: la instrumentación es casi completamente virtual.
Como es evidente, todavía no hay noticias acerca de sus trenes motrices –es demasiado pronto–, si bien el fabricante ha incidido en el hecho de que el Vision X es un concepto híbrido sin comparación ya que combina la propulsión por GNC en un motor de cuatro cilindros turbo con un motor eléctrico. El resultado es un híbrido con un consumo de carburante y un nivel de emisiones particularmente bajos.[:]