El consorcio Gas for Climate analiza en su último informe, Gas Decarbonisation Pathway 2020-2050, cómo debe ser la transición hacia un sistema energético neutro en carbono para 2050 al menor coste posible. En el ámbito del transporte, establece lo siguiente:

 

Transporte por carretera

La electrificación es la medida clave de descarbonización en el transporte por carretera, pero para el transporte pesado, el hidrógeno, el bio-GNC y el bio-GNL también tendrán un papel importante. El bio-GNC es una opción viable de medio y largo plazo para reducir la intensidad de los gases de efecto invernadero del transporte pesado, así como para estimular el desarrollo del mercado del biometano. Los turismos a bioGNC pueden ser una opción relevante de transición para la descarbonización de este segmento, especialmente en Italia, donde ya existe un mercado e infraestructura de automóviles a GNC bien desarrollado. Es probable que los vehículos ligeros eléctricos sean más rentables entre 2030 y 2045, después de lo cual el bio-GNC puede continuar utilizándose en el segmento de los vehículos pesados, junto al hidrógeno y el bio-GNL.

 

Transporte marítimo

Los buques diésel existentes serán reemplazados principalmente por bio-GNL y buques eléctricos de baterías para 2050, evitando la necesidad de desarrollar rutas de producción adicionales para biodiesel, combustible más caro y escaso. Sin embargo, otras opciones de combustible también podrían ser relevantes, como el hidrógeno verde y el amoníaco sintético. El despliegue de buques de bio-GNL y baterías conducen a una demanda de bio-GNL de 461 TWh y una demanda de electricidad de 124 TWh.

 

En cuanto a la infraestructura, el informe asegura que la transición de combustibles convencionales (gasolina y diésel) a combustibles alternativos requiere un desarrollo en toda la UE de infraestructura de recarga (rápida) e infraestructura de suministro de (bio-)GNL e hidrógeno para vehículos ligeros y camiones. La infraestructura de GNL debería estar disponible a lo largo de los puertos de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) y en los principales puertos no pertenecientes a la UE. A lo largo de las vías navegables internas de la UE, se requiere infraestructura de hidrógeno, GNL y electricidad.

 

Asimismo, Gas for Climate realiza las siguientes recomendaciones a la Unión Europea con el objetivo de avanzar en el camino hacia la descarbonización del transporte:

  1. Coordinación internacional de infraestructuras de abastecimiento de combustible para GNC, GNL, hidrógeno y carga eléctrica para eliminar algunas de las barreras para la adopción de estos comsbustibles en el transporte pesado de larga distancia. Introducción de normas para las estaciones de servicio de GNC que permiten una conversión rentable a hidrógeno.
  1. Aumentar el nivel de ambición de la Directiva de Infraestructura de Combustibles Alternativos para asegurar que la infraestructura necesaria esté en Europa y más allá de la cobertura geográfica actual de la RTE-T.
  1. Introducir progresivamente una mayor cuota de gas renovable para el transporte marítimo y la aviación en la RED, comenzando en el 14% para 2030 y aumentando gradualmente hasta el 100% para 2050. Esta medida puede ser una alternativa efectiva a la inclusión de la aviación y el transporte marítimo en la UE ETS.

El informe completo se puede descargar en el siguiente enlace.

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