Desde GASNAM se considera que el Borrador de Hoja de Ruta es una buena oportunidad para el desarrollo de un sector necesario, dentro de los objetivos globales de descarbonización y transición ecológica hacia una economía sostenible, circular, descarbonizada, más justa e inclusiva al fijar indicadores y objetivos en el desarrollo de los gases renovables para la movilidad, y no sólo el biogás.
No obstante, acompañando esta percepción encontramos:
- Una falta de ambición en los objetivos establecidos: producción de 10,41 TWh anuales para 2030 lo que sólo permitiría aprovechar una fracción menor del potencial de nuestro país, perdiendo oportunidades de descarbonización en los diferentes ámbitos y concretamente en el sector del transporte, y 1% del gas consumido a través de la red de gas natural, frente al objetivo de Francia del 7%, cuando ambos países cuentan con un potencial similar.
- A pesar de las ventajas para la descarbonización en términos de coste -beneficio que representa el biogás, la intensidad de la ayuda que se recoge en la propuesta con cargo a los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia es de tan solo 100 millones de euros, lo que representa un porcentaje muy bajo (0,3%) del capital que debe movilizarse para la producción de los 10,41TWh que se plantean como objetivo.
- Adicionalmente, aunque la propuesta de hoja de ruta reconoce los beneficios del uso del biometano para la descarbonización del transporte de difícil electrificación, no recoge ningún instrumento económico que facilite la penetración de esta energía renovable en el transporte.
- El biometano no tiene porque tener usos directos cercanos, puede inyectarse en red, comprimirse o licuarse y vehicularse hacia el sector transporte, con los mecanismos de certificación y garantía que se desarrollasen, suponiendo una mejora de la eficiencia energética y medioambiental.