A raíz del Plan Nacional de Calidad del Aire, la DGT creó en 2013 cuatro distintivos medioambientales en función del impacto medioambiental generado por los vehículos.
El objetivo es la discriminación positiva de los vehículos más respetuosos con el medio ambiente.
Se trata de distinciones obligatorias para circular por algunas ciudades nacionales como Barcelona y, próximamente, Madrid. Se pueden comprar en las oficinas de Correos, en las Jefaturas Provinciales de Tráfico o en talleres por un precio de 5 euros. Estas
distinciones se utilizarán, por un lado, como un instrumento al servicio de las políticas municipales restrictivas del tráfico en episodios de alta contaminación y, por otro lado, como instrumento de promoción de nuevas tecnologías mediante beneficios fiscales o relativos a la movilidad y el medio ambiente.