El transporte marítimo está regulado por una serie de leyes que, en los últimos años, se han ido concretando para los barcos que utilizan gas como combustible.
Los barcos gaseros que operen en aguas españolas están regulados en tres niveles: internacional, europeo y nacional. Esta reglamentación hace referencia a cuestiones de seguridad, al diseño y construcción de buques, a la formación de la tripulación, así como al marco de actuación de los puertos y del bunkering, entre otros.